¿Sabrías diferenciar entre editorial y sesión de boda real?

Si estás buscando inspiración para tu boda, seguramente habrás visto muchas fotos de parejas en escenarios espectaculares, con vestidos de ensueño y detalles cuidados al máximo. Pero ¿sabes si se trata de editoriales o de sesiones reales de boda? ¿Conoces la diferencia entre ambos tipos de fotografía? Te lo explicamos a continuación.

Una editorial es una sesión fotográfica que tiene como objetivo mostrar una idea, un concepto o un estilo determinado. Se suele hacer con modelos profesionales, maquilladores, estilistas y otros colaboradores que aportan su talento y creatividad al proyecto. El fotógrafo tiene libertad para elegir el lugar, la luz, los ángulos y los encuadres que mejor le parezcan para contar una historia.

Una sesión real de boda es una sesión fotográfica que documenta el día más importante de una pareja real. Se hace con los novios y sus invitados, siguiendo el programa de la boda 1. El fotógrafo tiene que adaptarse a las condiciones del lugar, el tiempo y el ambiente que hay en cada momento. Su trabajo es captar las emociones, los gestos y los detalles que hacen única esa boda.

¿Cómo puedes diferenciarlos? Hay algunas pistas que te pueden ayudar:

La calidad y cantidad de las fotos: Una editorial suele tener menos fotos que una sesión real de boda, pero más cuidadas y elaboradas. El fotógrafo busca la perfección en cada imagen y se fija en todos los detalles. Una sesión real de boda suele tener más fotos, pero más naturales y espontáneas. El fotógrafo busca captar la esencia de cada momento y se fija en las emociones.
Los protagonistas: Una editorial suele tener solo a la pareja o incluso a uno solo de los novios como protagonista. El fotógrafo se centra en resaltar su belleza y su personalidad. Una sesión real de boda suele tener también a los familiares y amigos como parte importante del reportaje. El fotógrafo se centra en mostrar su relación y su alegría.
Los detalles: Una editorial suele tener detalles muy llamativos y originales, como flores exóticas, vestidos extravagantes o decoraciones temáticas. El fotógrafo se inspira en las tendencias o en su propia imaginación. Una sesión real de boda suele tener detalles más sencillos y personales, como alianzas grabadas, ramos heredados o recuerdos especiales. El fotógrafo se inspira en la historia o en los gustos de la pareja.